La artrosis de rodilla

La artrosis de rodilla es una enfermedad crónica que se produce por el deterioro del cartílago. La artrosis de rodilla comienza a manifestarse cuando se produce dolor al andar, al estar mucho tiempo de pie, al subir o bajar escaleras o al levantarse de una silla. Poco a poco, a medida que la enfermedad vaya avanzando, la rodilla puede comenzar a deformarse, se hincha y se nota que se calienta, el dolor se va haciendo más intenso y puede que, tras un tiempo sentado, se note rigidez y dolor al levantarse.

La rodilla es una de las articulaciones en las que más artrosis se desarrolla porque es una articulación de carga. Es por eso que la artrosis de rodilla es un proceso normal de envejecimiento que se produce debido a la edad y que es más frecuente en mujeres que en hombres. Sin embargo existen algunos factores que favorecen la aparición más temprana de la artrosis de rodilla como son la obesidad, las deformidades de rodillas o las alteraciones de la superficie del cartílago potenciadas por enfermedades metabólicas o reumáticas.

La artrosis de rodilla es una enfermedad crónica, por lo que no existe un tratamiento que la cure definitivamente, pero los especialistas cuentan con tecnicas que retrasan su avance.

– Los analgésicos y antiinflamatorios reducen el dolor y la inflamación

– Nadar o andar en bici para mantener el tono muscular.

– Aplicar calor seco para evitar la sensación de rigidez y el dolor.

– Llevar a cabo un tratamiento de rehabilitación

– No coger pesos excesivos, evitar caminar por terrenos irregulares y llevar zapato plano

– Mantener un control del peso corporal

– Evitar sentarse en sillones o sofás hundidos y usar sillas con respaldo recto donde los pies estén en contacto con el suelo.

Algunos ejercicios recomendados para fortalecer la articulación y paliar el dolor de la artrosis de rodilla son:

– Tumbarse de lado con las rodillas dobladas y levantar la pierna superior unas quince o veinte veces. Repetir con la otra pierna.

– Tumbarse boca arriba, con las rodillas dobladas y una pelota entre ellas. Subir el tronco apretando la pelota entre las rodillas. Repetir veinte veces.

– Sentarse en una silla con los pies apoyados en el suelo ligeramente separados. Levantar una pierna hasta que esté recta y mantener unos diez segundos y bajar el pie.

Laura Alonso

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