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Para la artrosis, ¿Frío o calor?

Los tratamientos para los problemas de artrosis son muchos y variados. En la actualidad, no existe ningún tratamiento capaz de curar totalmente la enfermedad. Pero cada vez, disponemos de más medidas terapéuticas para combatirla. Estas medidas van desde los fármacos, hasta tratamientos fisioterapéuticos y de rehabilitación, como en última instancia de intervenciones quirúrgicas. Mediante ellos se consigue evitar o disminuir los síntomas de la artrosis,  retrasar su evolución y, en definitiva, mejorar la calidad de vida del paciente con artrosis.

En el post de hoy vamos a hablar de los beneficios de aplicar Frío o Calor, y de cuándo es más recomendable uno u otro.

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Frío o Calor para la Artrosis

La aplicación de frío o calor en las articulaciones es un método que nos puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez de las zonas afectadas de nuestro cuerpo. A continuación os contamos cuáles son las diferencias:

¿Para cuándo usar frío?

Aunque bien es cierto que el frío y la humedad no le van bien a las articulaciones, la aplicación local de frío está indicada en casos de artritis cuando existe una fase de inflamación aguda en la articulación.

El frío ayuda a reducir la hinchazón y a aliviar los espasmos musculares puesto que es un antiinflamatorio natural. Como hemos comentado en otro post, la inflamación es una de las causas de dolor en los pacientes con artrosis.

Para aplicar frío en las articulaciones se puede realizar con una bolsa con hielo envuelta en un paño o usar compresas frías, duchas de agua fría, o geles de “efecto frío”.

Este método se llama Crioterapia. El frío provoca la ruptura de la membrana celular, reduciendo el dolor. relajando y disminuyendo la inflamación.

¿Para cuándo usar el calor?

En general, el calor es más beneficioso para la artrosis, alivia el dolor, la rigidez articular y las contracturas musculares de la artrosis. Tiene un efecto sedativo.

No es recomendable si existen problemas de mala circulación por su propiedad vasodilatadora.

El calor se puede aplicar de manera casera mediante una manta eléctrica, ducha o baño caliente o una bolsa de agua caliente.

Para las manos se emplean también los baños de parafina caliente.

Este método se llama Termoterapia. Los efectos del calor son muy beneficiosos:

– Aumenta el flujo de nuestra sangre y por tanto la vascularización
– Disminuye la tensión arterial por la vasodilatación
– Reduce la inflamación
– Produce un efecto analgésico aliviando el dolor.
– Aumenta las defensas
– Alivia el dolor en la zona
– Aumenta la frecuencia respiratoria

TABLA CRIOTERAPIA TERPMOTERAPIA

Uses el método que uses, se recomienda:

  • No aplicar el frío o el calor más de 15 ó 20 minutos seguidos. Utilizar intervalos de descanso de entre 5 y 10 minutos.
  • Colocar siempre un trozo de tela o una toalla entre la piel y la compresa caliente o fría.
  • No usar pomadas de mentol con el calor, podríais quemaros.

 

Electroterapia

La Electroterapia es la aplicación de electricidad para tratar lesiones del aparato locomotor. Se colocan electrodos directamente sobre la piel del paciente para transmitir los diferentes tipos de corrientes que el fisioterapeuta desea utilizar.

Es un complemento ideal a la terapia manual para tratar con éxito diferentes lesiones, y en este caso, la artrosis .

En la electroterapia se produce una hipertermia más profunda. Los tipos de corrientes que se suelen utilizar son: continuas, de baja frecuencia, de media frecuencia y de alta frecuencia.

En cualquier caso, será el especialista quién le indique el mejor método a seguir para su caso concreto.

Si tiene dudas, consulte con nuestro equipo llamando a los teléfonos: 636 486 758 – 965 242 721.